Monfragüe está rodeado de una gran superficie
adehesada que además de servir de "despensa" nuestra fauna también es
y ha sido durante años la despensa para la población de los catorce municipios
integrados en la zona de influencia socioeconómica la dehesa es el ecosistema
creado por el hombre, donde éste ha intervenido quitando el matorral y dejando
extensas superficies de encinas y alcornoques para su aprovechamiento agrícola
y ganadero.
Estas
dehesas son la verdadera razón de ser del Parque Nacional de Monfragüe. Ligados
a estos aprovechamientos surgen los pueblos de la reserva de la biosfera de
Monfragüe: casas de Millán, casas de miravete, casa tejada, deleitosa, higuera,
jaraicejo, malpartida de Plasencia, mirabel, romangordo, saucedilla serradilla,
serrejon, toril y torrejón el rubio. También en los pueblos aparecen rutas que
nos permiten disfrutar de una naturaleza singular.
EL
CASTILLO. LA HISTORIA MAS VISIBLE
En
las rutas que se proponen en la zona de uso público del parque hay una serie de
restos arqueológicos que se pueden ver. Queremos destacar el castillo de
Monfragüe incluido en la ruta roja y accesible para todas las personas que se
animen a subir sus 134 escaleras. Las impresionantes vistas desde lo alto son
la recompensa.
El
castillo de Monfragüe se encuentra situado al oeste de la sierra de las
corchuelas, a 465 m de altura. El poblamiento de este cerro se da bastante
antes de la llegada de los romanos, las pinturas que se encuentran por debajo,
en la cara sur, así lo corroboran. Además, también aparecen restos de murallas
con muros ciclópeos (con grandes piedras) que son comunes en la época
prerromana.
De
la etapa romana tan sólo han aparecido algunos fragmentos de tégulas (tejas),
pero los restos encontrados en el cercano Cerro Gimio constatan la ocupación
del castillo en estos siglos.
Estas
construcciones que dejaron los primeros pobladores fueron aprovechadas por los
musulmanes a su llegada, instalando aquí su fortificación de vigilancia y
defensa durante la ocupación de la comarca. Pero de su estancia apenas han
llegado restos visibles: las numerosas remodelaciones a manos de los cristianos
destruyeron la fortaleza que, según las crónicas, tenía dos líneas de murallas
y cinco torres almenadas. A finales del siglo XII el dominio del castillo pasó
a manos de los cristianos, pero antes se dieron unos rifirrafes entre los
almohades y las órdenes militares cristianas que hicieron que éste fuese el
momento de mayor auge del castillo.
Las
torres que podemos ver hoy en el castillo son los restos de las remodelaciones
que llevaron a cabo los cristianos. La torre circular es lo que queda de la
restauración de la fortaleza que hicieron los hombres de la Orden de
Montegaudio entre los años 1180 y 1196. Podemos observar restos de sus muros de
mampostería realizados en cuarcita. La torre pentagonal, igualmente de
cuarcita, corresponde al siglo XV. Reforzada en sus esquinales con ladrillo
rojo, presenta un arco de herradura apuntado en su entrada y una bóveda,
igualmente de ladrillo, de cañón apuntada. Esta torre se hizo con carácter de
vigilancia más que de defensa, así se controlaría el paso del ganado
trashumante y se podría ejercer el cobro de impuestos de paso que denotaría
algún derecho de portazgo.
El
castillo siguió ocupado a partir del siglo XV por familias nobles. En la guerra
de la Independencia sufrió importantes destrozos y tras ésta, se abandonó casi
por completo. Aunque se ha constatado su ocupación esporádica en la segunda
mitad del siglo XIX, el hallazgo de un par de monedas de esta época en los
sustratos superiores de la torre redonda lo confirman.
En
la actualidad el castillo es utilizado por los numerosos visitantes del Parque.
Las panorámicas que se pueden disfrutar desde lo alto de la torre pentagonal
hacen de él un lugar de obligada visita.
GASTRONOMIA
La
oferta gastronómica de Monfragüe es amplia y variada, basada principalmente en
productos y platos tradicionales de la comarca. Su denominador común lo
encontramos en la cocina pastoril y de la dehesa, junto a la de la caza.
En
la mayor parte de las localidades es fácil encontrar productos típicos de
Extremadura como el jamón ibérico, quesos, vinos, licores, aceite, miel o
polen, muchos de ellos incluidos y reconocidos en su correspondiente
Denominación de Origen.
Para
empezar el día podemos hacerlo con unas buenas migas o con tostadas regadas con aceite de la zona. Más
tarde, la caldereta de cabrito o venado, con unas entradas de ibérico (jamón,
lomo, chorizo, morcón o Patatera) y quesos de la tierra constituyen un
verdadera comida para seguir visitando Monfragüe.
Otros
platos de igual categoría son los productos silvestres de temporada, como espárragos y setas, abundantes en la comarca. Los dulces artesanos (Doretas, hollos, huesillos y chicharrones) con variados postres y licores
extremeños complementan una magnífica gastronomía tradicional, donde tampoco
falta la cocina de autor, repartida por los distintos restaurantes de la zona.
ARTESANIA
Podemos encontrar artesanía de madera, trabajos en
cuevas y astas de ciervo o laboriosas tareas en piel. También forman parte de
la artesanía minuciosos bordados, encajes y trajes típicos, sin olvidar los
trabajos de alfarería, cerámica y herrería.
Convocatorias
de Ayudas en las A.I.S. de los Parques Nacionales
Centros de
Interpretación, museos y otros recursos
CONSERVACIÓN
DE LA BIODIVERSIDAD
Monfragüe
es uno de los mejores sitios de bosque mediterráneo, presentando además algunos
vestigios de carácter atlántico y continental. Los cursos de los ríos Tajo y
Tiétar forman el eje articulador del parque, encajado en una estrecha garganta,
entre dos alineaciones de sierras de cuarcitas y pizarras.
De estas
características bióticas y abióticas deriva la gran variedad de ecosistemas que
conforman el Parque y su entorno, lo que junto a su buen estado de
conservación, hacen que su principal característica sea su biodiversidad.
Así,
además de los característicos encinares, alcornocales, madroñales, jarales y
brezales, aparecen también otros enclaves con especies caducifolias como
quejigos, arces en las laderas de umbría, o bien fresnos y alisos en los sotos
de ríos y arroyos.
Los rasgos
biogeográficos de este territorio, junto con la variedad de la estructura y
composición de las comunidades vegetales y el poco grado de intervención antrópica, favorecen el
mantenimiento de numerosas especies de la fauna, gravemente amenazadas en su
área de distribución, pero que gozan en este área de una excepcional
representación; son especies de gran importancia para la preservación de la
diversidad genética propia del Mediterráneo.
Entre
estas especies destacan por su interés científico, singularidad y
vulnerabilidad el águila imperial ibérica, el buitre negro, la cigüeña negra y
el lince ibérico.
Monasterio |
Bordeando el Parque se encuentra la dehesa,
ecosistema modelado por la mano del hombre, y ejemplo de equilibrio
hombre-naturaleza. Es aquí donde las grullas, venados y jabalíes, cigüeñas y
garcillas, se alimentan junto al ganado que pasta el rico alimento sombreado
por encinas y alcornoques. Sobrevolando la dehesa veremos a las grandes rapaces
que, junto al ganado que pasta el rico alimento sombreado por encinas y
alcornoques. Sobrevolando la dehesa veremos a las grandes rapaces que, junto a
pequeños pajarillos, se alimentan de sus productos.
CONCLUSION
Para nosotros el Parque Nacional Monfragüe ha sido un
sitio maravilloso tanto por su variada flora y sus animales. Gracias a este
trabajo hemos aprendido muchas cosas de este Parque y sus tradiciones tan
especiales. Esperamos ir algún día a este Parque.
BIBLIOGRAFIA
Ø
http://www.magrama.gob.es/es/red-parques-nacionales/nuestros-parques/monfrague/visita-virtual/flora/Enebro.aspx
Ø
https://es.wikipedia.org/wiki/Parque_nacional_de_Monfrag%C3%BCe
Trabajo realizado por ALBERTO BAZACO y PABLO DÍEZ
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